Las creencias: cómo se forman y cómo transformarlas con Comunicación Noviolenta
- David Dasaro
- 21 abr
- 4 Min. de lectura

Las creencias son como las raíces de un árbol: invisibles a simple vista, pero determinantes en todo lo que hacemos, sentimos y decimos. A menudo, no cuestionamos nuestras creencias. Funcionan en automático, guiando nuestras percepciones, decisiones y relaciones. Pero ¿Qué pasa cuando esas creencias limitan nuestro bienestar o nuestra conexión con las demás personas?
En este artículo te invito a explorar cómo se conforman las creencias, cómo impactan en nuestra vida diaria y cómo podemos transformarlas a través del enfoque de la Comunicación No Violenta (CNV).
¿Qué es una creencia?
Una creencia es una idea que asumimos como verdadera. Puede estar basada en experiencias, aprendizajes familiares, culturales, sociales o incluso en una interpretación puntual que hicimos de un evento emocionalmente intenso. Lo complejo es que muchas veces nuestras creencias no son conscientes. Actúan en un segundo plano, influyendo en cómo nos relacionamos con el mundo.
Por ejemplo: si creciste escuchando que “expresar tus emociones es signo de debilidad”, es posible que hoy, en la adultez, reprimas lo que sientes para “no molestar” o “no parecer vulnerable”, aunque eso te cause malestar o desconexión.
¿Cómo se forman las creencias?
Las creencias comienzan a desarrollarse desde la infancia. Somos criaturas relacionales, y en nuestros primeros años dependemos profundamente de las figuras adultas para sobrevivir. En ese entorno, aprendemos lo que es “correcto” o “incorrecto”, lo que se espera de nosotr@s, lo que nos da pertenencia o lo que genera rechazo.
A medida que crecemos, nuestras experiencias refuerzan o matizan esas creencias. Cada vez que vivimos una situación y le damos un sentido, estamos alimentando un sistema de creencias.
Y aquí lo más importante: no nacemos con nuestras creencias. Las aprendemos. Y si las aprendemos, también podemos transformarlas.
Las creencias y el lenguaje: una relación íntima
La forma en que hablamos refleja nuestras creencias… y también las refuerza. ¿Has notado frases como:
“Soy así, no puedo cambiar.”
“Esto siempre me pasa.”
“No merezco que me quieran como soy.”
Estas expresiones son indicadores de un sistema de creencias. Al repetirlas, las reforzamos. Y como dice Marshall Rosenberg, creador de la CNV: “Cada juicio es la trágica expresión de una necesidad no reconocida.”
Entonces, ¿Qué pasa si en lugar de quedarnos atrapad@s en el juicio, usamos la comunicación como una vía para conectar con lo que hay debajo?
La CNV como herramienta para transformar creencias
La Comunicación No Violenta nos propone un camino radicalmente distinto: observarnos sin juicio, conectar con nuestras emociones y reconocer las necesidades que hay en el fondo.
Veamos cómo podrías aplicar la CNV para transformar una creencia limitante:
Paso 1: Observar, sin juzgar.
Darme cuenta de que lo que estoy pensando es una creencia limitante, identificarla.
Ejemplo: “Cuando termino un proyecto y no recibo reconocimiento, me digo que no soy suficiente.”
Paso 2:Sentimientos. Identifica qué sientes.
Cuando me digo “no soy suficiente” como me siento, y, o qué necesito…
“Me siento triste, frustrad@, insegur@…”
Si me conecto más fácilmente con los sentimientos, dejarme sentirlos. Identificarlos y dejarme el espacio para vivirlos con la intensidad que vengan… Después conectarlos con necesidades.
Paso 3: Necesidades. Conecta con la necesidad
Si me conecto con más facilidad con las necesidades, antes que con los sentimientos, este sería el paso 2 y el 2 pasaría a ser el 3. Conectaría la necesidad con los sentimientos.
Ej: cuando esta necesidad x está descubierta ¿cómo me siento…? repetir con cada necesidad.
Valoración, respeto, autonomía, sentido, realización, seguridad, etc…
Si ya he conectado con los sentimientos, observo cada uno. Y con qué necesidad está o están relacionados…
Me siento triste porque necesito valoración y seguridad. Me siento frustrad@ porque no encuentro sentido a mi vida. Me siento insegur@ porque necesito seguridad y autonomía.
Paso 4: Petición
Pregúntate primero
¿Cómo puedo cubrir estás necesidades?
Aquí utilizaría los recursos que he ido creando a lo largo del proceso.
(Observación) Cuando me digo que no soy suficiente, (Sentimientos) me siento triste, frustrad@ e insegur@ porque hay necesidades de valoración, respeto, autonomía, sentido, realización y seguridad descubiertas en mi ¿Hay formas en que pueda cubrir estas necesidades sin depender de las demás?
Para cubrir mi necesidad de valoración puedo repasar paso a paso cada acción que he realizado para contribuir a la creación de este proyecto y de qué manera ha contribuido a él dejándome espacio para observar qué necesidades se cubren en mi a cada paso y observar cómo me siento al conectar con ellas.
Para cubrir mi necesidad de respeto voy a observar mis pensamientos y traducirlos a necesidades (realizado en el paso 3).
Para cubrir mi necesidad de sentido voy a observar cuál es la intención que me mueve a realizar este proyecto y a conectarme con las necesidades que se cubren y observar si esto me conecta con mi necesidad de sentido.
Para cubrir mi necesidad de autonomía voy a observar el proceso completo y como me siento y qué necesidades se cubren en mi cuando lo hago.
Al completar todo el proceso puedo transformar mi creencia a: “Cuando termino un proyecto valoro y reconozco mi aportación al mismo y encuentro el sentido de mi contribución al mismo.”
Este proceso nos invita a pasar del automatismo de la creencia al espacio de la elección consciente. No se trata de “reprogramarnos” a la fuerza, sino de cultivar un diálogo más compasivo con nosotr@s mism@s.
Una invitación a la autocompasión
Transformar creencias no es un proceso instantáneo. Es un camino de autoconocimiento, paciencia y cuidado. Cada vez que te observes actuando desde una vieja creencia, en lugar de juzgarte puedes observar tus necesidades para comprenderte profundamente y así conocerte y nutrir tu autoestima para mirarte con compasión.
La Comunicación Noviolenta no solo nos enseña a hablar con otr@s. Nos ofrece un puente hacia nuestro mundo interior, para mirarlo con honestidad y ternura. Y desde ahí, todo es posible.
¿Te gustaría explorar tus propias creencias con este enfoque?
En Estudio David Dasaro ofrecemos espacios de formación y acompañamiento basados en la Comunicación No Violenta, donde podrás iniciar este proceso de transformación desde un lugar seguro, empático y profundamente humano.
🌱 Porque cuando cambiamos la forma en que nos hablamos, cambiamos la forma en que vivimos.
Comments